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Endogamia: el gen recesivo del mercado de los juegos de rol


Alguna vez he dicho que hubo una época en la que, a raíz de la desaparición del mastodonte Factoría y el mantenimiento más bien difuso en las trincheras de otras supuestas editoriales de rol "profesionales", se produjo un enorme hueco que dejó a los aficionados bastante huérfanos. Huérfanos en cuestión de propuesta de contenidos y de canalización de las suyas propias, porque es innegable que todo mercado editorial bebe también de lo que sus propios consumidores generan y proponen, ya sea mediante concursos o el envío esperanzado de un manuscrito. Digamos que en España, que nunca gozó realmente de un Establishment afincado con raíces profundas, lo poco que había desapareció sin que hubiera un auténtico relevo empresarial, ya que en ese momento Edge se replegaba, no sólo en su política de relaciones públicas, sino en la producción de rol.

Decía alguien que la vida siempre se abre camino, sean cuales sean los obstáculos que se le pongan por delante. Y es innegable que el mundillo del rol tiene mucha vida, y más aún desde que recibe cumplido abono de ese fenómeno de doble filo y mil interpretaciones que es Internet. Independientemente de la polémica de si la red de redes engloba a todo lo que hay o no es más que una muestra diminuta de lo que realmente es, lo cierto es que, poco a poco, como la hiedra que va palpando el terreno en una ciudad abandonada, la afición ha ido tomando el mando de la edición, generando los propios contenidos que las editoriales, por no existir o por suponer un tapón de escepticismo hacia la creación nacional, se negaban a sustantivar. Eso nos llevó al período dorado del rol indie, de la absurda separación entre... -¿eran kiwis y fresas?- y la irrupción de los autoeditores en la escena pública de la red, luego transformados en otra efímera moda: la de las microeditoriales. Es más, las editoriales que ya existían fueron adoptando poco a poco ese modelo, delatando quizá que nunca fueron más que iniciativas aficionadas sobredimiensionadas.

El debate entre lo independiente y lo establecido duró lo que duran las modas y las canciones del verano. Y no es de extrañar, porque se produce debate polarizado cuando hay dos polos que defender, si bien a lo largo de la primera década de los 2000, la presencia de lo indie se hizo tan prominente que todo quedó unificado y los conceptos mutaron de esa palabra inglesa a conceptos igualmente efímeros, como autoeditores o microeditoriales. Digo efímeros porque hoy ese debate ha desaparecido, como tantas modas presuntamente inmutables, en parte porque la vida basada en etiquetas, aparte de denotar ciertos vacíos preocupantes, es como la pintara barata: se descascarilla a poco que pases la uña. Y es de esta omnipresencia de lo aficionado, elevado a categoría propia, de lo que hoy quiero hablar, ya que es el último eslabón (por ahora) de esa cadena que empezaba donde arrancaba esta entrada.

***

El vacío estructural, como digo, ha propiciado que hoy en día el mercado del rol se componga de una peculiar población, nada humilde dada la ignorancia de partida, incluido yo mismo, en la que todos nos sentimos clientes, autores y editores, llegando a coincidir esos tres aspectos en más de un caso, hasta el punto que nos produce una verdadera crisis de personalidad. ¿En calidad de qué hablamos cuando hablamos?. ¿del individuo que está en casa, va a una tienda, compra algo y se siente en la libertad y el derecho de denunciar lo que le ha decepcionado y alabar lo que le ha gustado?, ¿del mismo individuo que, tras comprarse un juego de su homólogo kármico-editorial, se pone a maquetar lo que él mismo escribió la semana pasada?, ¿o del que, después de maquetar, monta una editorial unipersonal de la noche a la mañana y prevende sus productos sin más noción de la edición que los rudimentos de la oferta, la demanda y el intercambio pecuniario? Esta acumulación de papeles ha provocado que los aficionados no sólo entren en una dinámica de imagen pública absurdamente inequívoca, sino que proyectan esa misma visión tarada hacia los demás.

Me explico con mi caso personal: más de una, dos y tres veces se ha pasado por el tamiz de la editorial con la que colaboro todo lo que digo, como si en mí no cupiera más faceta que la de coordinador de una línea de juegos, hurtándoseme el derecho a poder desplegarme como persona particular, bloguero o ente autónomo por el mero hecho de que un día decidí dar un paso al frente y anunciar una colaboración.Con todo, estas asunciones son sumamente selectivas, ya que otros compañeros de la esfera bloguera han dado pasos similares y se les ha respetado la separación de identidades. El último ejemplo de esta confusión (a veces malintencionada) es la entrevista que recientemente ha concedido Trasgotauro a un fanzine online.

Ante la duda con esto de las identidades, la opción mayoritaria ha sido la de no moverse demasiado, no criticar en exceso, no decir lo que a uno no le gusta porque corre el riesgo de la reciprocidad, siendo las pieles demasiado finas como para que les recuerden que son falibles. Así hemos caído en eso que yo llamo el buenismo, como el avestruz que esconde la cabeza bajo el suelo para creer que no existe el problema, y su evolución más reciente: el rebañaesfinterismo. A mí mismo, en este blog, se me dijo en su momento que cómo se me ocurría cargar las tintas contra unos u otros, ya que cabía la posibilidad de que aquéllos se guardasen la afrenta y volviesen a devolvérmela tan pronto yo hiciese algo, por cuenta propia o ajena. Es una clara muestra de lo que a muchos mueve en este mundillo, criterio que, si no se da, hace que esas personas decidan borrarte del mapa porque les es muy incómodo recordar que son tan mortales y falibles como cualquier hijo de vecino. Además, yo siempre he creído que las cosas se valoran en función de su calidad, objetiva y subjetiva, no de las rencillas que la inmadurez no sabe procesar. Pero, por desgracia, ésa es la lógica que se ha ido imponiendo con los años. No te muevas demasiado, no sea que no salgas en la foto. Bester lo definía muy bien cuando decía, refiriéndose a las razones por las que no criticamos, que: "Somos tan pocos que es como criticar a alguien encerrado con él en un armario cerrado". O, dicho de otra manera: no levantamos la voz porque es muy difícil mantener el tipo cuando hay que mirar a la cara, y es más fácil hacerlo donde no nos conocen y son más, digamos, por ejemplo, en el extranjero, donde nuestra voz se disipa. Y si no, que se lo digan al del "turrón más caro del mundo".

Si la década anterior fue la del progresivo avance del aficionado hasta los puestos de mando de la generación de contenidos, ésta se está caracterizando por el afincamiento de la endogamia del jugador-cliente-creador-editor, el todo revuelto que marca el titular del momento: la asepsia crítica y el trueque de pasadas de jabón por la espalda. Porque tenemos la piel muy fina (yo me incluyo en mis momentos de debilidad) y no nos gusta que nos recuerden que realmente no se nace aprendido, sino que se aprende tropezando, cometiendo errores, errores que debemos tener siempre en nuestro equipaje para no volver a cometerlos. Y en este punto es cuando quiero hacer una defensa de la crítica como motor de mejora. En la vida he visto ningún entorno que tapase sus huecos a base únicamente de complacencia, sino al contrario. La crítica el fundamental, y sin ella no puliríamos esos libros ilegibles por la letra, por el margen o por a propia formulación del texto. No se revisarían ediciones ilegibles; no se retrasarían productos porque anteriormente la elección de calidades fue desastrosa. La crítica es lo que debería hacernos más fuertes y no volvernos recelosos, además de ser el baremo que marca el punto de madurez de un proyecto y sus impulsores. Y la autocrítica, ni os cuento (más que nada porque me estoy bañando en ella últimamente por las razones que imaginaréis).

Así las cosas, esta especie de endogamia estructural de nuestra actividad corre el riesgo de convertirse en el gen recesivo que ya está empobreciendo no sólo productos, sino actitudes; de promover matonismos de patio de cole e inquinas por cosas tan nimias como que el vecino no nos hizo la pelota, olvidando que a lo mejor no somos tan esenciales como para que nos la hagan; de perder el norte, otorgando más importancia a las guirnaldas de la fiesta que a la fiesta en sí o a sus asistentes.

Otro día, si tengo tiempo, hablaré del modelo editorial que ha cuajado a partir de esta realidad, un modelo que hoy podemos ver en las estanterías y que se caracteriza por elevar a máximo evento cualquier anécdota rutinaria para tapar el auténtico problema: la falta de una base sólida que hable por sí misma, reduciendo a "errata" perdonable las auténticas cagadas, fruto de unas prisas de las que sólo un aficionado haría gala, que no pasarían el corte en un mercado de verdad. En suma: el empobrecimiento no sólo del tejido, sino del criterio del público, quien debería ser el mayor garante de la exigencia de calidad, reducido a conformista crónico de algo que "podría haber sido peor".
Endogamia: el gen recesivo del mercado de los juegos de rol Reviewed by Omar El Kashef on 11:24 Rating: 5

32 comentarios:

Delfos dijo...

Lo más interesante del post es lo de aprender de los errores. Como unidad podemos hacerlo, como colectivo somos un puto desastre y eso no va a cambiar.

En todo caso post para reflexionar, sin duda. ;)

Lord Tzimize dijo...

"se caracteriza por elevar a máximo evento cualquier anécdota rutinaria" en buena parte, estoy deacuerdo.

"empobrecimiento no sólo del tejido, sino del criterio del público, quien debería ser el mayor garante de la exigencia de calidad, reducido a conformista crónico de algo que podría haber sido peor" Pero en esto totalmente deacuerdo, por desgracia.

Bester dijo...

..no se yo si con un sector haciendo crítica de modo más activo se mejorarían algunos productos. Lo dudo, sinceramente.

creo que el amateurismo inevitable es el problema, más que la falta de opiniones sinceras.

mira si no , el sector de los escritores de libros con blog/redes sociales en castellano. Ahí el peloteo se eleva a la máxima potencia.

Por eso no se si es muy útil para las editoriales la actitud crítica ; no creo que escuchen a los que critican sus productos sin verles como meros trolls de internet.


Yo también creo como tú, que no viene mal aparcar el peloteo y amiguismo de vez en cuando e intentar ser más objetivo y sincero con lo que se enjuicia. No le viene mal al autor/editor/creador saber que no todo es perfecto ;)

Pero , me reitero, está claro que en un microcosmos tan pequeño decirle a un conocido/compañero de partidas/foro/contacto de red social a la cara que su producto te parece malo, mediocre o mal editado no es plato de gusto ni para quien lo dice ni para quien lo escucha.

saludos :)

Omar El Kashef dijo...

Pero es que nadie dijo que tenga que ser fácil, Bester ;)

Y yo sí que creo que la crítica ha servido. Me remito a dos ejemplos: Taura fue revisado (a destiempo, pero revisado) para depurar las erratas sistemáticas de su primera edición en NSR, y gracias a la gente que "denunciaba" dichos fallos. Y luego lo de los márgenes de Holocubierta, que hasta que no se convierte en la comidilla del momento, parace que los editores sólo prestaban atención a los cuatro que les echaban flores en su Facebook. Se puede ser crítico sin dañar o dolerse, es más, yo no quiero amigos aduladores, sino exigentes con ellos mismos y sobre todo conmigo.

Delfos: todo esto me lo estoy aplicando como una cura, amarga, pero necesaria. Ya me entiendes ;)

Lord: celebro que estemos de acuerdo en esos puntos :)

Gracias a todos por comentar.

cifu79 dijo...

Fresa y Kiwi
http://www.spqrol.com/archivo/viewtopic.php?id=1097

Anónimo dijo...

"...el empobrecimiento no sólo del tejido, sino del criterio del público, quien debería ser el mayor garante de la exigencia de calidad, reducido a conformista crónico de algo que "podría haber sido peor"".

Triste, pero cierto.

Betote dijo...

Curioso que ahora que los "destructores del rol" no participamos en foros y listas de correo como antes, se vea como un problema la falta de críticas ;)

Omar El Kashef dijo...

¿Quién dice que lo que vosotros hacíais eran críticas? XD

Betote dijo...

Ah, vale, que con "hace falta señalar lo que está mal", querías decir "...excepto si lo hace alguien que a mí me caiga bien" ;)

AOH/Rasczak dijo...

Pues mira que a lo mejor vas a tener razón y todo. No lo digo más contundente, porque ni soy jugador, ni autor, ni editor, ni na de na. XD

Mariola J dijo...

Más razón que un santo. Pero, ¿cómo demonios vamos a arreglarlo? Tu "escritor" es un colega, lo conoces, lo sigues y habla contigo. Y no solo éso, te sacan el "lo hago gratis y porque quiero"; es decir, no puedes tocarles porque no ganan un duro y te hacen quedar como el malo de la película. Lo vivo todos los días, lo que ocurre es que contesto con demasiada mala leche.

Creo que solo pasa en este sector porque la gente se ve víctima de todo: "miradme, juego a algo minoritario y que la gente no juega porque hay Magic y no-se-qué más".
La verdad es que no lo entiendo. A mi me dicen cienmil cosas de lo que hago, trago y continúo. A veces me da la sensación de que la gente se calla más de lo que debería y yo no sé muchas veces como continuar algo porque faltan esas críticas.

Unknown dijo...

" la falta de una base sólida que hable por sí misma, reduciendo a "errata" perdonable las auténticas cagadas, fruto de unas prisas de las que sólo un aficionado haría gala, que no pasarían el corte en un mercado de verdad."

Deducimos de aquí que, dado que esas iniciativas salen adelante, nuestro problema es que no somos un mercado de verdad. O eso entiendo yo.

AOH/Rasczak dijo...

Nebilim. Eso tampoco debería ser óbice. La crítica debe tener siempre como objetivo señalar los errores para subsanarlos, y alguien que se precie procura siempre conseguir el mejor resultado. Sin crítica (venga de donde venga) no puede existir mejora.

Yo he escrito unas cuantas cosas y siempre procuro que las lean personas de mi confianza que son tan capaces de decirme "ésto me gusta, te deja con ganas de seguir leyendo" como de "en estos párrafos hay un lío que no se entiende nada, el capítulo siguiente parece que lo haya escrito un negro de Ana Rosa". Gracias a ellos mejoro y evoluciono.

Por otro lado, tampoco hay que confundir la crítica con el despelleje, que en este país y mundillo, tan dado al corporativismo, muchas veces por ser de quien es, algunas cosas se ensalzan y otras se machacan. Sin más.

Tremandur dijo...

Es algo que está ahí... a modo de broma y sin saber de la entrada comenté que recesivo no, sino cuantitativo... y aplicando un símil de genetica cuantitativa, el locus puede ser ocupado por diferentes alelos y cada alelo tiene un peso específico, cuantificado y la suma de los dos alelos da lugar al grado de expresión. El locus es el mercado del Rol y los alelos es lo que has comentado, aficionados, micro editoriales, editoriales, grupos creativos. El problema es que para ver la expresión final, hay que dar un peso a cada uno... y ese peso se debe dar desde fuera, no desde dentro o del límite... y aquí se está dando peso desde un entorno demasiado cercano. Yo me introduje en el mundillo porque me llamaba la atención y me parecía un desperdicio el no poder informarme. Ahora mismo me ocurre que soy un amalgama de ciberpersonalidades... y el primero que ha de marcar los límites entre una y otra es uno mismo. Hay un grave problema de criterio cuando desde fuera no se pueden diferenciar esas ciberpersonalidades, yo pienso que la primera culpa la tiene uno mismo por no haber puesto claramente los límites. Una vez redefinidos, si sugue ocurriendo, entonces es que se está dando el problema desde fuera. Y seguro que me ocurrirá, porque creo en la crítica constructiva. Además, esa cuberesquizofrenia es la que puede dar lugar al problema de realizar críticas... y volvemos al locus y alelos.
Estoy de acuerdo en que las críticas, hechas de forma adecuada y con visión constructiva, son necesarias y una forma de medir el peso de cada cual, los aficionados, microeditoriales (alelos) puede ser en función de la capacidad crítica que tenga... y ahora mismo, el peso de los alelos es bajo, y algunos muy bajo, concretamente: bajo el de los grupos creativos, editoriales y muy bajo el de aficionados.
Claro, sumando esto, no nos llega ni a una expresión del locus media, traducido, que el rol tiene un peso en el mercado bajo... no llega a medio. Así que si seguimos con el símil, solo la forma de crítica y la aceptación de la misma puede aumentar la expresión.

Creo que es muuuuy denso, pero bueno, ahí va.

Un saludo.

Omar El Kashef dijo...

Nebilim, te iba a decir lo mismo que AOH, con el que estoy 100% de acuerdo. Si no puedes decir las cosas, y más a un allegado, mal vamos.

Aras, yo soy de la opinión de que el problema está en el ojo que proyecta esa diversidad de personalidades. O, dicho de otra manera, discrimina selectivamente. No veo que gente como Antonio Polo, Pedro J. Ramos o El Contemplador hayan hecho un especial esfuerzo por diferenciarse de las editoriales con las que colaboran, y aun así se les da el beneficio de la duda y el derecho a poder expresarse como individuos o blogueros que son. A otros, en cambio, nos cuelgan la vitola de "editor" (visto en la entrevista de la que hago mención) como excusa para todo tipo de argumentos sesgados, como que me meto públicamente con uno de mis colaboradores, cuando en realidad es un bloguero que habla de un aspecto puntual de otra iniciativa editorial. Tú mismo podrías ser un ejemplo vivo ahora que sabemos que publicarás con Holocubierta. Sólo alguien tendencioso te tomaría como una extensión natural de esa editorial. ¿Sientes la necesidad de ir justificándote a cada paso u opinión que das? Yo creo que no, o que no deberías ;)

Pues eso :p

Universo NMS dijo...

Pufff!!! para Reflexionarlo y mucho.
¿Pero realmente es para tanto la situación?
Lo digo desde mi inexperiencia en la situación dentro del mundo editorial, porque aparte de conoceros (a algunos) por leeros y comentar con todos vosotros en Redes sociales y los Blogs no he podido percibirlo así, igual es que tampoco he querido verlo y ni me he coscado.

Omar El Kashef dijo...

Wulwaif, como todo, es susceptible de matices y puntualizaciones. Puede que la situación no sea tan generalizable, pero así es como la percibo yo (y no soy el único). Cabría matizar, no obstante, que este fenómeno está íntimamente ligado a Internet y las facilidades que ha proporcionado este medio para la difusión y la autoedición; facilidad que, precisamente, es el talón de Aquiles, porque que algo sea más fácil no implica que esté bien hecho. Además, la "difución" de Internet está más acotada de lo que creemos, pero es que somos los que estamos en Internet los que, al parecer, moldeamos el mercado real, el que llega a la tienda, y esto produce un desequilibrio acentuado, precisamente, por la endogmia que padecemos.

Omar El Kashef dijo...

John Dreshiker, es una opinión personal, pero creo que no, no somos un mercado de verdad ya que hacemos las cosas de oído. Creemos que parir un buen texto es pasarlo por word, maquetarlo es ponerlo en dos columnas y editarlo es imprimirlo... Y son los que actúan de oído los que sientan los precedentes que siguen los demás y que perpetúan el tinglado endogámico.

Tremandur dijo...

Bueno, es que yo siempre me aseguro de no haber metido la pata yo (es un rasgo mio cultivado desde mi mas tierna niñez). Una vez pasado ese trámite sistemático, pues entonces, según la navaja de Okham... es la otra parte. Eso por un lado, por otro, creo y espero mantener mi criterio, intentar dar mi opinión y por supuesto, solo justificar lo que sea realmente necesario justificar. Vamos, lo que ocurre en la vida real fuera de las ciberpersonalidades, ni mas ni menos :)

Omar El Kashef dijo...

Sensatas palabras, Aras.

Terrax dijo...

Buenas,

Estoy de acuerdo con este artículo, aunque es una lástima que los ejemplos ilustrativos los hayamos leído explícitos en los comentarios ;)

Sea como sea, yo tengo la misma percepción que Avatar sobre cómo parece que está el "ambiente rolero" y, por mi parte, a veces tengo la sensación de no poder expresarme con claridad en mi propio blog porque si hablo de forma crítica sobre un producto/editorial/autor eso va a derivar en una campaña de trolleo, ostracismo o boicot a cualquier producto gratuito o no que pudiera sacar en un futuro.

Calladito y sin moverse a ver si te van a quitar un trocito del pastel.

Sea como sea esto no me ha impedido hablar libremente cuando lo he estimado necesario, pero oye, ahí queda eso.

Omar El Kashef dijo...

Pero ¿qué trocito de pastel? XD XD Si estamos todos bailando en la cabeza de una aguja. Ahí está el problema, que sobredimensionamos todo esto.

En todo caso lo primero es admitirlo, pero no deja de ser lamentable no poder dar una opinión en un blog personal por miedo a no sé qué represalias :p

Terrax dijo...

Bueno sí, del "supuesto hipotético" pastel, que ya sabemos lo que hay realmente XD

Omar El Kashef dijo...

Terrax, ¿eres consciente de que estás admitiendo que eres víctima del buenismo al que obliga la endogamia? Leído detenidamente, representa un fenómeno preocupante; que te condenen al ostracismo por expresar una opinión indica que hay algo podrido en este mundillo...

Jon Nieve dijo...

Una entrada para reflexionar, así como lo que se puede leer en los comentarios.

Como ha comentado Bester, es posible que en este mundillo tan pequeño no se gane mucho con la crítica o las opiniones, pero precisamente por eso debería ser más fácil realizarlas, precisamente por esa cercanía.

Tampoco es necesario que las editoriales tengan que hacer caso a todas las críticas (estarían locos y los aficionados los volverían locos, las dos cosas), pero es posible que entre todas ellas se puedan percatar de errores, mejoras o simples ideas aportadas por los fans. Creo que al final hay cierto grado de hipocresía: en realidad no te digo lo que opino en realidad, pero luego lo comento libremente cuando no estás delante... Que queréis que os diga, prefiero lo contrario.

Por otro lado, creo que todo lo que ha comentado AOH/Rasczak tiene bastante sentido.

Wulwaif: "No es oro todo lo que reluce ni todo el que anda errante está perdido" (quédate con la primera parte, pero la cita completa está más chula).

De todos modos yo he aprendido a guiarme por las críticas, reseñas y opiniones de algunos blogs en detrimento de otros (y la verdad es que huyo bastante de los fanboys).

Sobre el resto de la entrada no añado más, porque, Avatar, ya sabes donde coincidimos y donde no después de esas tertulias/debates entre café y café que solemos tener ;)

F&H

PD: Por cierto Terrax, algo no anda del todo bien si te sientes de esa forma ;)

David Lanza dijo...

Coincido plenamente en lo citado por Avatar y muchos de los postulados en este post.

Hay a muchos, editoriales, microeditoriales, editores, autores, e incluso miembros de blogs o simpatizantes/afines a un producto u otro, que prefieren en la mayoría de los casos hacer caso omiso o por contra, lapidar ciertos comportamientos y expresiones, pensamientos propios o formas de conducta y métodos de trabajo.

Dentro de "esta gran nación" que tenemos como roleros, muy a nuestro pesar, sus integrantes, dependiendo de qué lado estén o según a quien se arrimen (claro está, refiriéndome sólo a aquellos que realmente entran por las redes y se empapan de los entresijos de este mundillo, que no nos engañemos, bastante pequeño dentro de las fronteras), poseen una vara de medir muy distinta respecto a otros, que la que deberían de tomar incluso para sí mismos y para ser objetivos con sus propios productos y forma de comportarse.

Soy de la creencia de que realmente se debería tener muy claro, que salvo raras y escasas empresas habidas o por haber, tendría que tenerse siempre en cuenta al aficionado, un aficionado, que a fin de cuentas cada vez está más confundido con bruma y nubes que enturbian la verdadera realidad de las editoriales en este país. Va a llegar un punto, si no ha llegado ya (cof cof, tos forzada), que nadie va a poder expresar líbremente su opinión por miedo a represalias directas o indirectas, cuando todos tendríamos que tener en cuenta, que a fin de cuentas, esas expresiones libres serían y son el punto de partida con el que realmente deberíamos de afrontar la situación actual, no obviarla u olvidarla.

Yo me considero aficionado, puedo y doy gracias por poder seguir colaborando tanto por ilustraciones como otros aportes a esta afición, he sido autor, y editor de una microeditorial, que hemos intentado llevar lo mejor posible (aunque acabara mal el asunto por otros derroteros), y pese a todo, intentaré nunca retractarme o sentirme presionado por no mostrar mi punto de vista, y eso, que suelo ser bastante discreto y me postulo bastante poco.

Dentro de este mundillo en España, existe mucho mamoneo, y es una realidad como un templo, pero no debería de tomarse a mal unos comentarios u otros, sino aprender de los errores cometidos, escuchar las críticas y agradecer las alabanzas.

Al menos, eso es lo que pienso :D

Omar El Kashef dijo...

Lo que aflora en este intercambio de pareceres es la constatación de una realidad preocupante: hay una especie de velo de temor que nos impide decir lo que queramos por temor a represalias. No me vale lo de que "dependiendo de los modales" unas cosas valgan o no, porque se sobreentiende. Lo que no es de recibo es que unos u otros, por temor a verse expulsados de esta diminuta comunidad, se amordacen y autocensuren. Se vea como se vea, para mí es síntoma de que hay algo podrido en el inconsciente colectivo y a mucha gente le parece bien. Si hay que elegir, yo prefiero no formar parte de ningún colectivo y mantener mi idiosincrasia. De hecho, ya sustancié esta actitud hace no mucho tiempo ;)

David Lanza dijo...

Amén :D

Diletante dijo...

Pero que es lo que quiere remarcar éste artículo? que en el mundo de los "Críticos de rol" se dan actitudes y críticas partidistas, parciales y/o condicionadas por el temor?

Pues no me parece como para alarmarse tanto,es una actitud no-exclusiva de los "críticos del rol", pues se trata de una característica común de los seres humanos que conviven en sociedad.

Es difícil ver al partidario de un partido político decir que su partido ha hecho algo mal y que el contrario lo ha hecho bien y a este le seguirían inumerables ejemplos de amiguismo y corporativismo, entre muchos otros más.

Si es que hay veces que nos creemos el ombligo del universo, pero no solo los que jugamos a rol, todos....

Ahora solo falta que alguno se sienta atacado por estas opiniones vertidas y se demuestre así mismo que sufre de la misma dolencia que sus congéneres a los que critica y de los que opina, pero es normal, somos todos humanos y lo llevamos en los genes.

Omar El Kashef dijo...

Cuánto tiempo sin verte, Diletante ;)

Me parece muy bien que pienses así, aunque me da la sensación de que proyectas tus propios idearios (por no decir "vicios") al resto del mundo, cuando creo que las cosas son menos categóricas y más abiertas al matiz. Vista tu posición me reafirmo en la mía. Espero que no te moleste.

Un abrazo y gracias por crearte la cuenta ex profeso para comentar por aquí.

Unknown dijo...

Estoy de acuerdo en casi todo lo que dices, en los medios hay un claro servilismo ya sea a los que están en el poder o a los intereses generados. Como ejemplo el cine americano cada vez más enfocado a su mayor audiencia juvenil.
Sin embargo hay gente que se atreve a opinar, crticar o denunciar lo que piensa, sin llevarse por ese borreguismo o comodidad.
Un claro ejemplo lo tienes en Javier Cárdenas que en su programa de radio opina libremente sin tener en cuenta los tintes políticos de la cadena donde esté.
Te animo a seguir criticando, aunque también deberías seguir haciendo cosas constructivas, como colaborar en proyectos que te motiven.
Mi hermano es un ejemplo a seguir, harto de juegos sociales de Facebook clones unos de otros, se decidió crear un juego de rol social.
Podrá gustar o no, eso sería otro debate, pero al menos está hecho desde cero. Ahora está en su última fase en desarrollo y decidió buscar financiación en el portal de crowdfunding Kickstarter. Por cierto otra manera de poder llegar al público en la que pueden colaborar.
Si quieres colaborar con ellos te pongo el link:
http://www.kickstarter.com/projects/otherwind/guild-masters
También me interesaría tu opinión crítica...

Omar El Kashef dijo...

Gracias por tus palabras y aportación, Carlos, pero me temo que es tarde para seguir opinando. He dejado el blog en dique seco. Me he cansado de un mundo donde la mayoría está demasiado preocupada por quedar bien y lo único que entiende por debate es bronca. He ganado enteros en salud y genuina felicidad quedándome en la distancia.

Mucho ánimo a tu hermano con su Kickstarter (otro asunto del que tengo mis reservas y del que algún año de estos quizá hable).

A más ver :)

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